Alcalá Zamora y Torres (Niceto). Primer presidente de la II República. Nació el 6 de julio de 1877 en Priego (Córdoba). Cursó la carrera de derecho en Granada, donde ya era abogado en 1893. Después obtuvo el doctorado en Madrid.
En 1899, ingresó en el Consejo de Estado. En 1905 fue elegido diputado por el distrito de la Carolina. En 1917, llegó a ser ministro de Fomento y, en 1933, ministro de la Guerra. En 1930, dejó el Partido Liberal Democrático y se declaró liberal republicano.
Proclamación de la II República
Proclamada la II República el 14 de abril de 1931, se formó un Gobierno provisional presidido por Alcalá Zamora. El 28 de junio de 1931, hubo elecciones a Cortes constituyentes, que ganaron las izquierdas; los partidos de la Derecha obtuvieron 41 diputados; los del Centro, 119; y los de la Izquierda, 279. El 14 del mes siguiente, se abrieron las Cortes constituyentes; el 27, se constituyó la Cámara y, el 28, la Cámara votó una proposición de confianza al Gobierno provisional, con lo cual refrendó su legitimidad. El 14 de octubre de 1931, dimitió Alcalá Zamora su cargo de Presidente del Gobierno por el trato que se daba al tema religioso en la Constitución; lo sucedió Manuel Azaña y Díaz.
Constitución de 1931
El 9 de diciembre del mismo año, fue aprobada la nueva Constitución; después se eligió como Presidente de la República a Niceto Alcalá Zamora, quien, tras jurar la Constitución el día 10, tomó posesión de su cargo el 11. En seguida empezaron las luchas entre los partidos políticos, las cuales serían constantes a lo largo de la II República; la Derecha acusaba a los Republicanos de haber enajenado la unidad nacional en el Pacto de San Sebastián el 18 de agosto de 1930.
La Reforma Agraria
En la primavera de 1932, Azaña expropió todas las fincas rústicas de la Grandeza de España (los Grandes eran 262); sólo indemnizó las mejoras que fueran de utilidad. En el mes de septiembre siguiente, se aprobó la Ley de Reforma Agraria, que no se terminó de aplicar.
Estatuto de Autonomía de Cataluña
El 9 de septiembre de 1932, fue aprobado por las Cortes el Estatuto de Autonomía de Cataluña, antes había sido aprobado su proyecto por referéndum en Cataluña el día 2 de agosto de 1931; el 20 de noviembre siguiente, se celebraron elecciones al Parlamento Catalán, que fueron ganadas por Esquerra Republicana; esto disgustó a la Derecha y al Centro. La situación política, social, laboral, económica etc., fue empeorando.
Elecciones de 1933
Cuando llegó 1933, eran muchos los conflictos que había en la sociedad española: crisis económica, mucho paro, muchas huelgas, etc.; los sucesos de Casas Viejas del 24 de febrero de 1933 agravaron más la situación, la cual llevó a la disolución de las Cortes y a la convocatoria de elecciones generales, que se celebraron el 9 de noviembre de 1933 en las cuales votó la mujer por primera vez en España. Ganaron los partidos de derechas; el reparto de diputados fue así: Derecha, 204 diputados- Centro 168 y la Izquierda, 94.
Revolución de Octubre
El resultado de estas elecciones tampoco sirvió para acabar con el sinfín de problemas sociales y políticos de la República, los cuales se fueron agrandando cada vez más, hasta una huelga general, que degeneró en una serie de revueltas, que tuvieron lugar en varias provincias; fueron especialmente graves en Asturias y Cataluña durante la primera quincena del mes de octubre de 1934; por lo que se suele llamar a estos sucesos la revolución de octubre.
Cataluña
En Barcelona, el presidente de la Generalidad, Companys, desde el balcón del palacio de esta institución, leyó un comunicado que, entre otras cosas, decía: «En esta hora solemne, en nombre del pueblo y del Parlamento, el Gobierno que presido asume todas las facultades del Poder en Cataluña, proclama el Estado Catalán dentro de la República Federal Española, […]. ¡Viva la República y viva la Libertad! Palacio de la Generalidad, 6 de Octubre de 1934.» El Ayuntamiento catalán se solidarizó con la Generalidad. El ejército de la República residente en Barcelona respondió con una declaración de guerra y durante toda la noche cañoneó y atacó el Palacio de la Generalidad y el Ayuntamiento y, a la mañana del día 7, los miembros del Gobierno catalán y del Ayuntamiento tuvieron que rendirse, y fueron encarcelados; los edificios de esas instituciones y otros quedaron seriamente dañados, amén de los muertos y heridos.
Asturias
En Gijón también tuvo que intervenir el ejército, para apaciguar la revuelta, al que se sumó una bandera del Tercio, que desembarcó en el Musel; al final los revolucionarios fueron controlados con su consiguiente número de muertos y heridos; pero donde el problema alcanzó más serias proporciones fue en Oviedo; aquí, el general López Ochoa tuvo que emplear a fondo la artillería y la aviación, para reducir a los rebeldes; el día 12 de octubre de 1934, fue conquistada la ciudad, que había quedado reducida a “un informe montón de escombros”. El total de muertos en Asturias fue de unos cuatro mil.
Elecciones de 1936
Por otra parte, varios Gobiernos se habían sucedido desde las elecciones de 1933, hasta que, al llegar a finales de 1935, las dificultades para formar un nuevo Gobierno llevaron a que Alcalá Zamora disolviera las Cortes y convocara otras elecciones generales para el 16 de febrero de 1936, que fueron ganadas por el Frente Popular (coalición electoral de partidos de izquierdas); el resultado fue: Derecha, 124 diputados; Centro, 51; e Izquierda, 278. Así, Manuel Azaña llegó a la presidencia del Gobierno.
Fin de Gobierno
Alcalá Zamora (que pertenecía a la derecha liberal republicana) continuó como Presidente de la República hasta que el nuevo Parlamento, nada más constituido, lo destituyó el 7 de abril mediante un voto de censura por haber disuelto las Cortes dos veces dentro de un mismo mandato presidencial (sanción especificada en el artículo 81 de la Constitución). Entonces se fue Alcalá Zamora a París; después marchó a Buenos Aires, donde se dedicó a dar conferencias y a escribir artículos para la Prensa, hasta que murió el 18 de febrero de 1949.